Interesante libro de un escritor y periodista llamado Allan Percy y un recuerdo de frases famosas de Herman Hesse (1877-1962) un genio esquizoide de la palabra y la búsqueda interior (según el eneagrama pertenece al eneatipo 5 ).  Alguien poco conocido para las nuevas generaciones, pero que sus palabras escritas han sido un gatillo para disparar a las conciencias en los años 50, 60 y 70. Entre sus más famosos libros «Sidharta», «El lobo estepario», «Demian», «Narciso y Goldmundo» y «El juego de los abalorios».

Un disco del conocido grupo de rock Santana llamado «Abraxas»  (dios del bien y del mal para los antiguos místicos y un demonio y un dios para los antiguos egipcios) coloca una frase de Hesse en su contraportada:

 «EL PAJARO ROMPE EL CASCARÓN. EL HUEVO ES EL MUNDO. EL QUE QUIERA NACER  TIENE QUE ROMPER EL MUNDO»

Allan Percy nos explica que el casi todas las culturas antiguas y las chamánicas existe un rito de paso de una etapa de la vida a otra. Algo que en nuestra cultura está muy lejos para muchos jóvenes que no quieren ser adultos en un mundo capitalista condenado a la esclavitud y al automatismo. Perry nos plantea:  «Al morir simbólicamente nuestra vida pasada, dejamos atrás todo lo que éramos entonces, aunque llevamos encima todo lo aprendido. Renacemos en un nuevo mundo que se abre ante nosotros, con la sabiduría de lo vivido pero también con ignorancia, con vacíos que nos permiten descubrir lo nuevo, conocer y conocernos.

Nietzsche dijo que debemos morir varias veces en una vida. A lo largo de nuestra existencia caminamos, avanzamos, escogemos, y escoger es siempre dejar algo atrás, desprenderse de alguna parte de uno mismo. Quemar etapas es una forma de matarlas, de morir para renacer ante un nuevo reto. Romper el cascarón es romper una capa del mundo que nos rodea. Es deshacerse de la cáscara que nos ha servido para llegar hasta aquí y ganar una nueva mirada. En suma, como el ave que casca el huevo después de haber crecido suficiente, es transformarse de adentro hacia afuera.

En la escuela nos enseñan una forma única de mirar, nos introyectan ideas de la ideología dominante que provocan un encorsetamiento de  la mente. Pero para poder nacer a nuestro propio mundo , hay que romper ese cascarón y aprender a mirar de nuevo»

«Pensar es romper. Pensar por uno mismo»

En mi training de psicología corporal les insisto a los futuros terapeutas que es importante que piensen por si mismos. Antiguamente los psicoanalistas  hablaban de la lectura sintomal de la lectura o lo escuchado dándole mucho poder al lenguaje y a la palabra. Esta lectura de búsqueda del contenido latente y no el manifiesto, está casi olvidada en esta sociedad de lecturas rápidas sin mucho análisis ni pensamiento más allá del económico deformado por los medios de comunicación y las multinacionales dominantes. En la educación, sin ir más lejos sigue premiandose memorizar cosas inútiles para la persona pero útiles para el sistema como una manera de que la persona no piense por sí misma. Al igual que sucede en otros campos como la medicina, política, etc. Esto mismo sucede con casi todas  las personas que reciben una información deformada por los medios habituales de des-información, los cuales son pagados por determinadas multinacionales.  Una lectura sintomal de esto la podemos ver en la película «ZEiTGEIST» del director Peter Joseph (de orígen norteamericano) en sus tres versiones, las cuales han creado toda una red social a través de internet.

«todo libro que leemos hace oscilar nuestra brújula interior; todo espíritu ajeno nos muestra desde que puntos tan diferentes cabe contemplar el mundo» (Hesse)

Más que solamente los libros propondría todo film, toda obra de arte o persona que se cruza en nuestro sendero de vida, toda búsqueda de algo profundo nos lleva sentir que existe una realidad diferente de la cual nos programan día a día. Para Percy «leer un libro es un viaje íntimo con el autor, que nos traslada  a su mundo: Es también una catarsis para encontrarnos y entendernos. Nos deja una huella que nos permite comprender mejor al mundo. …una hora al día es suficiente para que nuestra mente navegue lejos de los problemas cotidianos que nos sumen en el hastío»

Por mi parte de manera casi continua animo a las personas con las cuales  nos  cruzamos, según  la sincronicidad  y el Tao de la vida de cada uno  , a leer, a ver filmes donde la conciencia no quede mediatizada por una sociedad cada vez más neurótica y controlada donde cada día tendremos más limitaciones a lo que se llama VIDA, para de esta manera poder mirar y leer la realidad de una manera más lúcida.

                                                                   Gerardo Provenzano Bonilla

                                                                                        Marzo 2011