La psicoterapia como una forma de salud

Estar en psicoterapia es estar en búsqueda, Una gran búsqueda con mayúsculas. ES LA BÚSQUEDA DE UN GRAN VIAJE HACIA EL INTERIOR DE NOSOTROS MISMOS. Es un estar en contacto con lo que se llama la vida, o más bien nuestra vida.

A veces la vida se presenta de diversas formas, con obstáculos, sin soportes que nos ayuden a seguir creciendo, con enfermedades físicas y crisis que parecen detenernos y no dejarnos vivir más, a veces perdiendo hasta las ganas de vivir.

En estos momentos es necesario solicitar ayuda profesional, y solamente esa toma de consciencia de que necesitamos ayuda y tomar la decisión de salir a conseguir esa ayuda que necesitamos, es el gran primer paso para comenzar el proceso de cambio.

¿Qué es la psicoterapia? La psicoterapia es un método tan antiguo como la palabra. Desde que existe la palabra existe la psicoterapia. Es la capacidad de escuchar de forma consciente no solo lo que nos dice la enfermedad que trae el paciente sino toda la persona en general como una totalidad. La psicoterapia no solamente comprende el habla, la escucha, el cuerpo, las emociones, sino todas las partes que comprenden a esta persona o ser que acude al consultorio. Lo cual implica el cuerpo con todos sus órganos. Recordemos que todo lo que sucede en la mente se refleja en el cuerpo, y a la inversa.

Y el primer paso para comenzar una psicoterapia es la intención de buscar un psicoterapeuta adecuado para nosotros, ya que como decía el gran maestro Freud : la transferencia es lo más importante. Y junto a esa persona en la cual confiamos comenzar ese camino que decidimos empezar. Con todos los riesgos que conlleva cualquier vínculo humano ya que es lo más importante en la relación psicoterapéutica.

Recordemos la máxima de Carlos Castaneda : “ cualquier camino es tan solo un camino y no es ninguna ofensa ni para uno mismo ni para los demás, abandonarlo si asi lo dicta tu corazón. Mira y observa todos los caminos de cerca y deliberadamente. Hazlo tantas veces creas necesario. después preguntate a ti mismo y solo a ti mismo: ¿Tiene este camino corazón? Si no lo tiene ni sirve para nada.”

Gerardo Provenzano